Que hoy no tocaba insistir con lo de los sarajevitas y saratejitas, porque tenía una cosica muy salada y tal, como para desengrasar el post-lunes y por no ser pesado, la verdad.
Pero hete aquí que ha habido varios hallazgos entre las ruinas de Sarajevo. Nico, el artista del cincel y del martillo nos ha avisado de pronto: una puerta. Vaya, qué cosa. Pues claro, hombre, por algún sitio habrás entrado, ¿no? Estos rumanos con lo del idioma que se lían.
No, no, otra. ¿Otra? Otra. Una puerta escondida. Yo ya me veía o entrando a la cámara del tesoro de algún califa omeya despistado pero forrado hasta las trancas, desempolvando una portada románica que revendida a un magnate del petróleo tejano me resolvía la cosa para siempre, o escribiendo fruto de la inspiración El código Patxinski, una trama de arrianos vascones y vasconas en busca de la espada merovingia de un exiliado en la diáspora aquella de mentirijillas que terminó recalando en Polonia y escondíendola en alguna mina de sal.
Pues no, resulta que Nico ha dado con la antigua puerta de la cocina que los primeros propietarios transformaron y que ha dado al piso la seña emblemática de ser el único distinto del bloque por su distribución. Un poco como si la puerta saliese del armario. Mira que es raro una puerta saliendo por un armario, lo que nos tendremos que gastar ahora en Polil. Ay que me estoy liando.
Puede ser que el polvo de la pared que casi nos cubre hasta los tobillos sea tóxico y y comience a causar estragos.
Pero anda que llega a ser como la de la foto y alucinamos. Esa es una puetra ruinosamente hermosa en el Castelo dos Moros en Sintra, en mitad de un bosque fantasmal, muy cerca de una especie de cripta donde la leyenda cuenta que encerraron al Diablo. Ojito al parche y a tocar madera, que el chungo es muy chungo. Por otra parte y con un Mikel, me sale un best seller que me saca de las ruinas sarajevitas y sarajeviorras.
Continuará, no hay más tu tía.
10 comentarios:
El año pasado estuve en un monasterio en los Oscos, Asturias, que tenia unas ventanas y puertas parecidas a esa. La verdad es que daba bastante miedo, sobretodo el interior que estaba medio en ruinas.
Sarajeivorras suena a jeviorras... ¡Que no es lo mismo!
Sarajeviorras digo...
¿Y qué has hecho con la puerta recién descubierta? Yo que tú la hacía practicable y dejaba dos: una para entrar y una para salir. Je, je, .-)
Animo, que ya te quedan dos dias menos de obras.
A ver, Pantojilla Metállica, a mi me suena An Uan Osco, como diría un gangoso. Y que le den morcilla a los políticamente correctos.
Y Dulcinea, dos días en Sarajevo dan para mucho. HAsta demasiado y todo.
Por cierto y ya que estamo: sigue sin salir el tesoro, peor se aceptan donativos y tarteras.
jajaja, te estás volviendo loco!!!
(NoLidia)
NoLidia:
dos días esnifando polvillo de tocho antiguo y me lo cuentas, maja...
Por ciero, ¿ya no tienes trabnajos que hacer o qué?
aich, antes de que el SrCh me eche la bulla... es que ya mo sinto los dedos, tío, bueno, caballero, bueno eso...
jajaja, no sabes quéin soy...
(NoLidia)
Lidia, perdón por usar tu (No)nombre.
Insisto con lo de la puerta. ¿Por qué no la derribas y pruebas a ver qué tal queda una habitación con dos puertas? ¿Cuándo va que un gafaplasta no sabría qué hacer salvo exclamarse...? Yo creo que hasta picaría en eso de entrar por una puerta y salir por otra.
Anonimo NoLidia, el fin de semana es breve y pronto tendrás más trabajo, ya te aviso...
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