miércoles, 31 de enero de 2007
Curso de ascii para torpes
¿Os acordais del daño que se hacía uno en los dedos cuando le daba demasiado fuerte y con poca puntería ala tecla de marras? Se metía el dedo entre dos teclas y, por la pupita que hacía, más de uno se había preguntado si no hubiese sido mejor amputar y a correr.
¿Cómo? ¿Que los jovencitos no sabeis lo que era una máquina de escribir?
Bueno, el arte ascii era muy así. Pero supongo que más de uno y más de dos netartistas de estos modernos empezaron dejándose los dedillos en las teclas. Lástima que algunos persistieron, peste de prótesis.
Como muestra de lo cual, esta obra a medio camino del acertijo. ¿Cómo creeis que se titula?
Noche estrellada
Otro día, más.
martes, 30 de enero de 2007
Abebe Bikila se ha calzado
A mitad de camino me he cruzado con Abebe Bikila. No es negro, es un calvorota flaco y con mostacho, con aspecto de turco. Le apodé así el primer día que le vi. Iba con un calzón y camiseta blancas y corría descalzo. Claro, por la calle en cuestión, una parte de la cual está adoquinada, lo mejor que puedes pisar es asfalto rugoso. Cacas de perro, restos de las obras colindantes, cristales, potas de los borrachuzos, guapa Barcelona. Pues yo me se tres sitios que no.
Total que Abebe Bikila a su aire, descalzo y dando caña. Hoy le he visto vestido de calle y con un perro de peluche, como esos de los trineos de Pirena, debajo del sobaco. Qué cosas.
A su altura, al otro de la calle había un moro, en una esquina y mirando al tendido. Apoyado en el quicio de la mancebía. En esa esquina suele haber dos o tres moros a todas horas mirando a los que pasan. Pero eso lo dejo para otro día.
Yo digo que Abebe igual entrena para las maratones y así, porque se le ve así con el aspecto desgarbado y resistente de los corredores de fondo. Ser buen corredor de fondo. Interesante heroica tontería.
lunes, 29 de enero de 2007
De libros y huesos
Pero como decíamos, hoy hemos seguido la partitura del otro para arrancar. Leyendo las aventuras de Peter por las librerías de Bilbao, me he acordado de un clásico que solíamos debatir mi amigo Joan y yo. Los lomos. De los libros; somos gente seria.
O sea, que uno anda en la feria de libro viejo, en el mercadillo, en San Antonio, en la cuesta de Moyano, qué se yo, y anda jugándose las cervicales. ¿Comprar libros de viejo, deporte de riesgo? Pues si, fíjese usted.
Venga, pachorras, levantaos ahora como la famélica legión y mirad el anaquel más próximo. ¿Como están escritos los títulos en los lomos? Pues cada uno a su aire, de derecha a izquierda, a la inversa, autor primero, título primero, letras claras sobre fondo oscuro, al revés. Un pollo, vamos. Con lo que, cuando uno anda en el puestico pulgosillo, al peligro de las infecciones varias -que esa es otra- hay que añadir el de las secuelas por el cuello cimbreante, que uno termian pareciendo una odalisca en sinuoso bailoteo calenturiento. Y eso no es normal. Que somos gente respetable, de los que leen libros y tal.
Y no, en fila como tontos, cabeza para aquí, cabeza para allá, que los jubilatas de las obras aún no se han enterado, pero a la que se den cuenta de lo idiota de nuestro baile, los vamos a tener espiándonos desde la retaguardia.
Todo sea por comprar como en cada feria, otros tres libros de Paco Umbral. Aunque sea con colarín.
domingo, 28 de enero de 2007
Luego querrán que no haya tortas
viernes, 26 de enero de 2007
El rock accesorio: Cómo hundir tu carrera de estrella en varias partes
Llevamos unos días un amigo colaborador de esta humilde historieta (un poco payaso afrancesado, para qué negarlo) haciendo el tonto con listas jocosas a la par que imposibles. A veces se nos va un poco lo de la numeración. Son cosas del directo, los del rock estamos acostumbrados, así que a aguantarse un poquito.
¡Se aceptan sugerencias, pero para eso hay que desperezarse, amigos lectores!
La de triple, con uno al otro lado, para pulpos, ambidiestros y fantasmones.
2. Los leotardos: combinados con guitarra siamesa, especialidad para mimos del Retiro de los que hacen eso tan gracioso del espejo.
No les deis dinerooooo, que si no nadie les saca de vagooooos
3. El ajuar (parte 1): la toalla asquerosa que le echan al batería después del solo de 14 minutos, que usa por enésima vez y termina tirándole al público.
4. Las muñequeras de tenis (véase Mark Knopfler)
Buen gusto donde lo haya: lo bien que combina los colores el tío, colorado con colorado. ¿Y que se puede decir de esa camisa?
4 bis: la cinta del pelo para calvos de Mark Knopfler. Claro, si sudas la gota gorda y el batería acapara las toallas, algo hay que hacer.
4 bisbis: Esa camisa de mecadillo rumano que le han colocado a Mark Knopfler. el tío aún anda buscando al gitano (traigo la braga barata, María y la camisa más bonita que en el Corte Inglés) que se la ha colocado por dos euricos.
Si es que vaquero, vaquero no eres, majo
¡Dónde estás, ladrón!
4 bisbiseo. La actitud (sección guitarra: Mark Knopfler). Una pose, un saber estar, un toque catatónico entre el nirvana y el quedarse traspuesto, un si es que conmigo no va, yo solo estoy para disfrutar de mi arte.
Si es que solo vivo pal rocanrol
4 bisbisiesto. Solo vivo pal rocanrol, pero si para la portada del singuel me he de disfrazar de Zorro, todo sea por la Fender Estratojander Condemor.
Y luego nos cebamos con el Fary...
4 bisbisiesta. El rock no es para el verano y por eso me pongo los tirantitos (Mark Knopfler antes de la sobredosis de empanadillas).
Figurarse el cante del alerón le hace a uno desear la toalla del batería.
4 bistaladro. Y ya dejamos al pobre Mark. Si te sale una gira de senectud por Las Vegas y Benidorm, ponte algo en el torrao, que las corrientes son muy malas y comienzas con un catarro y luego estás dos meses echando bocos.
En cuanto me termine la caja de clamoxil, me voy con la churri a Cancún
5. Seccion peluquería: los cardados oxigenados jeviorros.
A mayor gloria de Europe, pero traemos a Cinderella en su versión "¿quién me ha robado los chufitos?"
Efectivamente, qué colección
3. Las imitaciones bailongas de movimientos robóticos*
Ellos también pueden hacerlo, nuestras escoliosis ya no.
El Niño de las Tuercas se arranca (los cables) por bulerías
4. Más de baterías: el homenaje idiota, celebración o quién sabe qué, que consiste en lanzar las baquetas al repetable. Si no te ha dado un toallazo sudado y apestoso, puedes perder un ojo o ser atravesado por el endiablado artilugio.
Soy informático y rocanrolero, ¿te gusta el Señor de los Anillos?
6. Ajuar, peluqueria, maquillaje, qué se yo: APLAUSO en general.
Y qué me dices de la revista de donde salian los intérpretes...**
Abba en Aplauso. Luego harían Fernando y lo del Lute. Y ahora Nina dando la brasa en su musical. ¡Mamá mía! Habría que tomar medidas muy serias.
Está feo ir a la tele a cantar en pijama de odalisca
7. Miguel Rios con las mallas a rayas, el pelo rizado/cardado, sudando como un cerdo y con el tio aquel de la guitarra gris que emitía sonidos sintetizados... seria la sintestis de todo lo dicho hasta ahora...
Vuelve a Granada... y cámbiate los pantalones
Continuará,... o tal vez mejor lo dejamos
Al final, tanto amoníaco ha de ir hacia adentro...
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*yo era muy pequeño cuando lo de Aplauso!, pero algo queda (el Otro)
**confia en mi... la eclosion de los tutús y los calientapiennas... (el Pianista)
miércoles, 24 de enero de 2007
La ruta de cada día (I)
Y claro uno que se acuerda de los abanicos y de Perico y del bigotón aquel que hacía lo de las bicis y que murió de modo repentino. Las bicis en la tele, para mi gusto, nunca se recuperaron. Si las hiciese Iñaki Cano, aún.
Los abanicos y Albacete, todo un clásico de la Vuelta. Ahí, Melchor Mauri y su equipazo le ganaron aquella Vuelta a un Miguelón que estaba a punto de estallar como figura máxima de los pedales. Bueno, más en las contrarrelojes, que se las ganó todas y en la etapa reina, que se suspendió por una nevada de campeonato. Melchor que terminó reconvertido en Melcior y montado un equipo ciclista para el Barça que al final quedó en agua de borrajas. Para eso no merecía la pena el cambio de nombre, digo yo.
Pues eso, que me daba el aire de lado y de cara esta mañana, que me veía camino a Ciudad Real o cercanías. Pero no, he mantenido la compostura y he llegado a buen puerto, aunque con riesgo de pinchazo al final. He atropellado lo que parecía un vaso de papel y resultó que era de cristal. Al estallar he pensado, "hoy vuelvo andando con la rueda pinchada" pero parece que ha resitido. La suerte me protegió como a Melchor. A Melchor, no a Melcior.
martes, 23 de enero de 2007
¿Procesos paralelos?
La cosa era que Bobby Sands, miembro electo de la Cámara de los Comunes y miembro reconocido del grupo terrorista llamado Ejército Republicano Irlandés se puso en huelga de hambre para que se reconociese una serie de derechos políticos a sus actividades criminales.
A la primera ministra le intentaron echar la soga preguntándole sobre esa huelga.
-¿Tiene comida a su disposición?
-Si
-Pues dónde está el problema.
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Paralelismos
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Un tiempo después, cuando se supo que el M16 había estado dertás de la ejecución de tres miembros del IRA en Gibraltar, a preguntas de un nervioso Partido Laborista, que quería rascar votos con este asunto, respondió:
-He sido yo.
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Como cuando aquí el Sr.X dijo aquello de:
-Ni hay pruebas ni las habrá
Qué jóvenes éramos.
Y los asesinos, a los dos lados de la mesa, seguís siendo los mismos.
lunes, 22 de enero de 2007
Sobre blogs y otros asuntos (I)
domingo, 21 de enero de 2007
Marion
Una tarde fría. ¿Qué hacemos hoy? Pues un poco lo de siempre, salir por ahí, copear un rato y marcarnos unos bailes. Debía de hacer un frío considerable, pero eso no lo acabo de recordar con seguridad.
Pero nos llama un compañero común y nos invita a ir a su pido, a ver una peli que le ha recomendado fervientemente Don Eduardo y que igual también se apunta a verla. Bueno, igual.
Lo hablamos Iñaki y yo. ¿Qué hacemos? Hace unos días habíamos ido con Miguel Ángel, el compañero en cuestión, y alguien más a una cafetería y habíamos terminando echándonos unos futbolines de antología. Me está feo el decirlo, pero mi prodigioso golpe de muñeca suele ser letal para mis contrincantes y las mieles de la victoria nos endulzan la velada. Bueno, pues vamos.
La película en cuestión, que tanto gusta al pinkfloydiano Don Eduardo, es Cielo sobre Berlín. A mi me suena, pero no la he visto. Es de un director alemán muy renombrado, muy moderno y que gusta mucho a los alternativos, la gente guapa y así. Miguel Ángel vive relativamente cerca de nuestro piso, a unos cinco minutillos que, en una noche fría, gélida como aquella se convierte en medio paseo velocísimo. Finalmente asistimos al pase el propio Miguel Ángel, Don Eduardo, puede que el otro Miguel Ángel, Iñaki y yo mismo. El soporte fue una tele en color –lujazo para Iñaki y para mi, que dejamos de ver casi del todo la TV gracias al costroso aparato en Blanco y Negro borrosísimo que había en nuestro piso- y la versión era de una grabación de TVE2 subtitulada.
Aquella película me fascinó. La línea argumental es que un ángel, atraído por la curiosidad, decide encarnarse para poder saber en qué consisten las emociones humanas, para poder sentir el café caliente en la boca, poder ver los colores y saborear el dolor de las lágrimas. El ángel se enamora de una trapecista que se disfraza de ángel para actuar. En su periplo por un Berlín aún separado por el Muro, conocerá a otro ángel encarnado y los ambientes musicales underground con Crime and the City Solution o Nick Cave.
Don Eduardo tenía razón. Iñaki y yo acertamos al aceptar aquel plan en lugar de irnos de copeo por lo Viejo.
Después de verla, anduve buscándola años y años. En una ocasión la pude ver de reposición, creo que en la Filmoteca. Estuvieron a punto de traérmela de Berlín en alemán y muchos años después de aquel 92 o 93 la pude adquirir y disfrutarla en casa.
Hoy he visto en el periódico que Marion ha fallecido y he recordado aquella historia. Supongo que todos los que en algún momento quedamos deslumbrados con El cielo sobre Berlín tenemos una.
jueves, 18 de enero de 2007
Xabi y los Who
Técnicamente, no se si los Who llegaron a separarse y a reunirse o si simplemente fue un impás en su estado de criogenización. Pero lo divertido fue que Xabi, un loco de los Who, insisto, estaba decidido a ir, posiblemente con el primo, un tipo feo hasta decir basta, que estudiaba arquitectura y que a veces había salido con nosotros. Pues vale.
Y claro, animó a ir a la concurrencia, puesto que, según él, aquello iba a marcar un antes y un después de la música.. Yo comprendí y sigo comprendiendo lo que le sucedió al muchacho, porque pinkfloydiano como era y como en el futuro volvería a ser, cualquier atisbo de vida de tu banda predilecta, cualquier señal de que estén proyectando algo es un océano de esperanza para el verdadero júligan de lo musical. No llegaría a llenársele los ojos de lágrimas a uno, pero si que se cierra un pelín la boca del estómago, se sienten cosquillas en la tripita y se piensa, si, si, si, esta vez –si se confirma el bulo del nuevo disco- habrá gira mundial, tocarán cerca, podré cogerme un día de fiesta, haré cola, me bañarán en cerveza caliente, tendré que estar de puntillas tres horas y media –porque el concierto será largo, si lo sabré yo- y volverán a tocar el repertorio antiguo, psicodélico y bonito que a mi tanto me gusta. Se le podría llamar amor, dicen algunos. Pues bueno.
Y Xabi que sigue tartaja y nos comenta que no tiene ni un duro y que a ver qué va a hacer. Que de entrada la bici no, pero que todo lo demás lo vende.
¿Qué todo? Eva emocionada. Pues todo, la ropa, esquís, libros, hasta discos de los Who, si fuese necesario.
Las botas Doctor Martens, auténticas y la bomber, las joyas de la corona de un aspirante a mod pamplonés, que le habían costado un ojo y lo otro del otro, y el tío lo iba a vender por ver a cuatro momias que estaban más acabadas que... ¿Pink Floyd? Tío grande, el Xabi.
-¿Y tú no qu-quieres mis botas?
-¿Las botas? ¿Pero que número calzas tú?
-Un cu-cu-cuarenta y trrres –porque euskaldún él, marcaba un montón las erres
-Pues ya me contarás, yo un cuarenta. Ya lo siento
-Pe-pero son muy guapas, tío. Mi-míralas, esto se arregla –y marcando también la ge-ele muy guturales, porque es de los antiguos de verdad, navarro, vamos.
-Anda. Hombre. No me líes y a ver si me grabas Quadrophenia, que tanto dar la brasa y yo no he oído casi nada de los tíos esos.
Tiempo después, mucho, bastante, menos que las edades de los Whos o que los Floyds, pero el suficiente para que se pueda decir que bastante, descubrí a los Who. Pero fue gracias a la versión que los Sex Museum hicieron de I’m free y que oí en cierta ocasión en la radio. Y rebusqué la cinta que me había grabado Xabi en los años de universidad, frío y venta de botas. Pero no la encontré. En cambio, localicé la banda sonora de Quadrophenia en la Biblioteca y, después de no pocos problemas que no vienen al caso, la copié y la escuché con fruición y deleite. Y me encantó.Y un tiempito más tarde, breve, localicé la cinta del Xabi. Y ahora ya tengo el cedé, muy bien pirateadillo. Pero la cinta no pienso borrarla.
miércoles, 17 de enero de 2007
Los niños
Ana María Matute, en Primera memoria
lunes, 15 de enero de 2007
La isla del tesoro
domingo, 14 de enero de 2007
¿Helicópteros o tanques?
A ver quién hace lo mismo con el buga o con el amoto.
Nada de problemas de aparcamiento con ese par de orugas que suelen tener los carros de combate, nada de áreas verdes, cuando tu buga está pintado de caqui, nada de a ver dónde lo habré aparcado, en la inmensidad del aparcamiento del carrefur; simplemente hay que buscar el que tiene un cañón de 120 mm. y encima a mi me da que se le puede poner una cafetera melita, por si el trayecto es largo y pega un airecico malo. Que a todas éstas, sigo con la tos.
Y a mi me da que como la DGT no puede conducir por mi (ni falta que hace: ¿qué se han creído esoso chulanganos? ¿que por chupar del bote son mejores pilotos que yo o qué?), el pedazo de lata ese ha de ir más despacito, por cosa de no gastar mucha gasolina. Además, si uno anda bolinga, seguro que ni le encuentra la escotilla, con lo que imposible ponerse al volante. Y en caso de toña, con menores daños, o sea que no hará falta ni puntos ni comas para mejorar lo de la seguridad.
jueves, 11 de enero de 2007
Córtate el pelo
miércoles, 10 de enero de 2007
La última vez que actuó Pink Floyd
Resumir la trayectoria de Pink Floyd en las cuatro (o cinco) canciones que cubrieron los treinta minutos de concierto asignados parece complicado. Sin duda, las cuatro elegidas no son, ni de lejos, las mejores, pero dadas las condiciones del tiempo asignado, no hay ni un pero que hacerle a ese minirepertorio.
El concierto se celebró dentro de los espectáculos del Live 8, un macroconcierto contra la pobreza en el mundo que, en realidad conmemoraba los no se cuántos años del Live Aid que organizó Bob Geldof. Para esta ocasión, uno de los platos fuertes fue la reunión de Pink Floyd tras su violenta ruptura a comienzos de la década de los ochenta.
Muchos fueron los afortunados que los vieron en el césped de Hyde Park y muchos más los que lo pudimos ver por la tele.
La apertura, con el introductorio Speak to me seguido de Breathe, le dio el tono que a partir de ese momento tendría el conciertín. Se trata de una canción de carácter intimista, tranquila, sin grandes alardes pero para disfrutar casi desmenuzándola. De sus notas cabe destacar la extraordinaria forma de Nick Mason, que llevaba demasiado tiempo recostándose en la doble batería que la banda llevaba en sus últimas giras, haciendo un papel que parecía de mero figurante. Ahí, él solo en la sección de ritmos, demostró mesura y agilidad devolviéndonos a sus mejores momentos del directo rodado en las ruinas ce Pompeya. Rick Wright, siempre conforme en su papel de segundón, abrigaba con el teclado y le daba cuerpo a una de las mejores piezas del, en mi opinión, algo sobrevalorado Dark side of the Moon.
Money, en un concierto contra la pobreza pega mucho. Lo de siempre, suena un tanto cínica esa crítica al vil metal por uno de los grupos que más pasta ha movido en la historia, aunque tras ese primer topicazo, hay que analizar hasta qué punto ese ha sido un motivo para desperezar a los Floyds de su sofás y sacarles al ruedo. Según posteriormente ha declarado David Gilmour, fue gracias al argumento sobre la lucha contra la pobreza que se pudiese reunir a toda la banda por última vez. Y de hecho, tras este concierto, los contratos en blanco parece ser que se acumularon sobre las mesas de los cuatro para llevar a cabo la tan ansiada gira de reunión.
Con solvencia, sin aspavientos, interpretaron el que sigue siendo gran single del grupo. Precisamente en la moderación estuvo la virtud y se hizo muy agradable de recuperar para aquellos a los que ni esa canción ni el disco en el que se incluye nos parece lo más relevante de Pink Floyd.
La lastimosa voz de Waters entrando en Wish you were here castigó bastante la, hasta entonces, impecable ejecución. El pobre Waters, simpático, disfrutando del concierto como si tuviese quince años, se reveló como un cada vez más gastado cantante. El propio Gilmour ha perdido, pero ha sabido ajustar su voz al repertorio a la vez que ha crecido aún más como intérprete, huyendo de las cucamonas y las gansadas tan habituales entre los guitarristas. Como si la cosa no fuese con él, vamos. Como últimamente es habitual, Waters dedicó esta pieza a Syd Barret, el primer líder del grupo. Entre la nostalgia, la mala conciencia, el talento desperdiciado y la cumbre psicodélica que fue, la presencia de Barret sigue pesándole al grupo.
A pesar de sus carencias, el doloroso recitado de Waters al inicio de Confortably numb resulta perfecto como interpretación tanto musical como argumental para esta pieza. Gilmour se recrea en una de sus canciones predilectas y hace vibrar a todo el personal, salvo, aparentemente a él mismo. Sin duda, un colofón digno de la historia de la banda.
¿Qué pudo ser distinto? Pues si, y mucho peor también. ¿Qué donde esté Echoes que se quite lo demás? Claro ¿Qué donde estaba el legado del gran Syd Barret? En esa sombra siempre presente ¿Qué la parte en directo de Ummagumma le da mil vueltas? Sin duda ¿Que si no puedes hacer el show completo para que te metes? Probablemente si. Pero al menos, siempre nos quedará que no interpretasen el cansino soniquete de la segunda (y peor de las tres) parte del Another brick in the wall.
Muchas gracias, buenas noches, se despidió Gilmour en nombre de toda la banda, casi veinticinco años después de su último concierto juntos. Casi cuarenta años después de lasprimeras actuaciones de The Pink Floyd Sound.
Dulces sueños pinkfloydianos.
martes, 9 de enero de 2007
Así dialoga, así, así
Las treguas, ya se sabe.
El perrito dice guau, el gatito dice miau, el burrito hiho, el cerdito oinkoink y los hombres de paz ¡pum!. Pum en la nuca, en el aeropuerto, en el tren, donde pillan, claro. Y el hombre de paz que negocia con los otros hombres de paz dice, pues vale, espera que mientras me bajo los pantalones té me garantizas que si me da por ir de chiquitos con el coleguita pelón de por ahí arriba en lo del santo laico ese del petardo colorao no me vas a dar matarile a mi y a las nenas. Aivapués, a los amigos se les respeta aquí, tu traga y listo. Y te invito a un pote en cuanto me quite la capucha, joer. Venga.
Y aquí andamos, entre el 30% de descuento, los lamparones de las gambas y los paraguayos esos o de no se donde, que parecen maketos, echándose a dormir donde no toca, que es que ya no saben cómo dar la nota.
lunes, 8 de enero de 2007
Se moderno, yo qué se (o ¡para quieta que me estás poniendo de los nervios)
A ver. Porque todos los años con las mismas chorradicas, pues no.
O sea, que renovarse o lo otro. Y digo yo, para los pesaditos, taladros, matasuegras y tal, que este año le deis media vuelta a la tontería y os decidais a dejar el inglés de una vez y aprendais a fumar. Tota, para hacer el tonto, todo vale.
Bueno, y si sois remodernos, os vais a Málaga a ver al jeta este que pinta monigotes. Tampoco es menester que luego los expliqueis, pero siempre nos quedará algun blops para descargar adrenalina.
Y si, con restraso, pero los propósitos de año nuevo, cuando nos da la gana, ¿qué pasa? Por cierto, y hurgando un poco más, ¿es que se ya había gastado el otro año para tener que cambiarlo tan pronto?
sábado, 6 de enero de 2007
Acuse de recibo
viernes, 5 de enero de 2007
Queridos Reyes Magos
jueves, 4 de enero de 2007
Asquito puro
Según oigo en estos momentos, el Ministerio del Interior ha intentado ordenar (deseo que sin éxito) al Capellán Castrense no oficiar ni el responso ni cualquier otra oración por el alma de la víctima de los hombres de paz que fue localizada entre las ruinas de la T4, a petición de sus familiares.
Si estos miserables no me diesen ganas de vomitar, intentaría hacer un chiste.
miércoles, 3 de enero de 2007
¿Dónde perdimos el mapa mundi?
martes, 2 de enero de 2007
Al final resultó que era fiebre
Y es que es lo que tiene la garganta. Un picorcillo, un cervecita fría, otra, otra más; pero no abramos más melones, las cañas a su tiempo. Un poco de calefacción en el trabajo, otro poco más, dale que se me congelan las canillas; el “calores” que llega y abre la ventana sin parase a observar si alguno de sus compañeros anda con el plumífero y la bufanda puestos, los sudores de la bici, los sofocos del vivir cada día, vamos que los cambios de temperatura son el arma perfecta de los pérfidos gluglucitos empeñados en jorobarle a uno los tránsitos guturales.
En el médico lo de siempre, no decir ni pío, unos chutes de antibiótico, paciencia y barajar. Cuando he llamado al trabajo para decir que estaba hecho unos zorros me han dicho:
-¡Logroño*, qué voz!
Todo sea por parecerse al Philip Marlowe aquel que hizo Robert Mitchum con Charlotte Rampling de superchurri. La fiebre, que no cesa.
*Es que esta es una güep para todos los públicos, ¡picaruelos!
lunes, 1 de enero de 2007
Quién fuese japonés
a la concurrencia que en abrumadora ovación,
pone patas abajo el coso vienés
Que es otra, la cuestión. Quién fuese japonés en Año Nuevo. En Viena. En lo del Concierto, para más señas. Forrado de yenes hasta las trancas, dispuesto a ver a través de las lupas al Ricardo Mutti que toque ese año -que más que tocar dirige, pero no estamos en esas-, con la Nikon para echar unas fotos a la parienta mientas da palmas al son de la Marcha Radezski, que ya que uno casca la pasta, aprovecha para darle envidia a los amiguetes del bar de sake.
Que bonita Viena en Primavera, pero ahora menudo frío. Otro año nos vamos a ver un concierto de surfistas en Malibú.
Quien fuese japonés con un brasero.