viernes, 29 de agosto de 2008

Carta de amor a España

Estoy con la Carta a mi mujer, de Umbral, casi desde que se publicó. La empecé dos veces, porque por en medio se coló la Mamádelpianista que la devoró concienzudamente. La recuperé hace unas semanas, pero la leo a poquitos, paladeándola con sumo placer. Se trata de un texto muy poético, algo habitual en el aparentemente arisco autor, aunque en esta ocasión, en lugar de contrastarlo con una suerte de casticismo sucio marca de la casa, apenas emplea esa mezcla de temas y de estilos. Así, ese libro podría ser el más escorado hacia lo poético que le llevo leído que, modestamente, no es poco.

No se quién decía, igual Juancho Armas Marcelo, pero no me acuerdo, que lo podía haber titulado Carta a España, lo cual que hubiese sido muy apropiado y juguetón. Si no, Carta a la Santa, como la solía llamar en sus artículos. De todos modos, la Carta a su mujer también está muy bien titulada, porque el mi/su evidencia muy bien esa relación tan peculiar entre una solícita esposa de un marido snob y ligón que a la vez es rendido enamorado de una dama de fuerte personalidad, algo castigada por los asuntos de la edad y de una cabeza juguetonamente herida.

En ese texto, que entiendo terminado, pero no se si definitivo, Umbral recurre a elementos no muy habituales en sus libros, como la inclusión de poemas –que hizo ya en Mortal y rosa, por ejemplo, un libro extremadamente poético donde los peores poemas son los hechos en verso, sin duda- o la de elementos tipográficos como situar un verso por página, enfrentado, en cierto modo al silencio blanco del resto del papel. No se si eso debía de haber sido definitivo, pero ahí está. Y así lo leemos.

Seguiré celebrando a Umbral con este libro y con unos cuantos más que aún me esperan en el anaquel de la biblioteca.

Larga vida a Umbral.

5 comentarios:

María dijo...

reconoce que te he arrancado yo esta entrada. ¿leiste el mundo de ayer? Yo sigo peleando por esa columna, cuando crezca un poquito más será mia!!!!

María dijo...

primer comentario!!! ¿me he ganado el libro del que hablas? Cuando celebremos la cena parecerás papá noel, con un saco con todo lo que he ganado!!!! juajuajua

Anónimo dijo...

"Conocí" a Paco Umbral en la Gran Vía de Madrid. Como había gente paseando no me fijé más que en él, y no pude ver si iba acompañado. Tiempo después lo ví en el aeropuerto de Barcelona y ahí sí que era el Paco Umbral que todos sospechábamos. Era alto, llevaba un traje oscuro y un gabán del mismo color. Del cuello le colgaba una bufanda blanca radiante. Iba acompañado de dos gachís de bandera tan altas como él.

Genio y figura.

Dulcinea dijo...

María España no se ha dado a conocer como la esposa de. Eso da idea del tipo de señora que es. Ni con Umbral vivo ni después de fallecer. Eso da idea del tipo de señora que es. Pero en entrevistas que le han hecho se deja entrever que estaba enamorada de Paco Umbral hasta las trancas y describe un Paco Umbral que tiene que ver poco con el personaje huraño que él representaba en público.

Nodisparenalpianista dijo...

Jaja, nooo, Maria, es cierto que no tenía la fecha en mente (las agendas y yo, qué batalla).

¿Pero cómooo???? ¿No lo tienes???? Mira, de premio te lo perdono pero sólo un poco!!!!

Jo, Mamádelpianista, no es posible mejor lugar para "conocer" a Umbral que la Gran Vía. Y lo de las dos gachises, pues muy de Umbral. Y la pobre España ahí. La santa, sin duda.

A mi me da que, por lo que lellevo leído, Umbral es el mejor personaje de Umbral. Y que los dos estaban enamorados hasta las trancas parece más que evidente, Dulci. Eso si, Paco, los cubatas y tal, pues un poco ligerito de cascos si sería, oye.